Hacer tus propios fertilizantes naturales es una excelente manera de cuidar tu jardín de manera económica y respetuosa con el medio ambiente. Aquí te presentamos siete opciones que puedes preparar fácilmente con ingredientes comunes:
- Café Molido: Los posos de café son ricos en nitrógeno, potasio y fósforo, esenciales para el crecimiento de las plantas. Mezcla los posos con agua y úsalo como infusión para regar tus plantas, mejorando la estructura del suelo y estimulando su crecimiento.
- Cáscara de Plátano: Contiene potasio, calcio y magnesio, nutrientes esenciales para las plantas. Puedes enterrar trozos de cáscara de plátano cerca de tus plantas o hacer una infusión con agua para fertilizarlas.
- Cáscaras de Huevo: Excelentes por su contenido en calcio, ayudan a fortalecer las plantas. Puedes molerlas y agregarlas directamente al suelo o hacer polvo seco para una aplicación más fácil.
- Infusión de Pasto Cortado: Remoja hierba cortada en agua durante 24 horas para obtener una infusión rica en nitrato, potasio y fósforo. Dilúyelo antes de usarlo para evitar dañar las plantas.
- Agua de Cocción: El agua utilizada para cocinar verduras contiene nutrientes como potasio, fósforo y calcio. Déjala enfriar y úsala para regar tus plantas, agregando unas gotas de aceite de oliva para mejorar la absorción de nutrientes.
- Té de Abono: Utiliza abono maduro o tierra para macetas comercial para hacer un té de abono que energizará tu suelo y beneficiará tus cultivos.
- Abono de Ortiga: Las ortigas son ricas en potasio, fósforo y calcio, mejorando la textura del suelo y promoviendo el crecimiento de las plantas. Haz una infusión de ortiga en agua durante 24 horas y úsala para regar tus plantas, potenciando su efecto con aceites esenciales como lavanda o limón.
Estos fertilizantes caseros no solo son efectivos, sino que también son una opción más saludable y sostenible para tu jardín. Elige el que mejor se adapte a tus plantas y disfruta de un crecimiento vigoroso y saludable.