Los mangos, exquisitos frutos tropicales que han conquistado nuestras mesas, no solo deleitan nuestros paladares, sino que también ofrecen una estética fascinante que muchos pasan por alto. Cultivar un árbol de mango en casa desde la semilla puede ser una experiencia gratificante y sorprendentemente sencilla. Aquí te mostramos cómo hacerlo paso a paso.
Materiales Necesarios
- Un cuchillo afilado.
- Hojas de papel secante.
- Agua.
- Un recipiente de plástico transparente.
- Película transparente.
Obtención del Núcleo Cuando cortamos un mango para su consumo, solemos ignorar el corazón, pero para este propósito, es esencial preservarlo. Si el mango está muy maduro, basta con realizar una incisión alrededor del perímetro, procurando no dañar la semilla, y luego girar las dos mitades para liberarla. Si la pulpa está más firme, es necesario cortar rodajas con cuidado de no tocar el hueso, liberándolo poco a poco. Una vez obtenida la semilla, debemos extraer el interior con cuidado para no dañarlo, comenzando por la hendidura natural para sacar la pulpa.
Tratamiento de la Semilla para Germinación Una vez obtenida la semilla de mango, la envolvemos delicadamente en hojas de papel absorbente, colocándola dentro del recipiente y humedeciendo el papel con agua, procurando no empaparlo en exceso. Envuelve el recipiente con film transparente para crear un mini invernadero que mantenga la semilla en condiciones óptimas de temperatura y humedad. Coloca el recipiente en un lugar bien iluminado, pero alejado de la luz solar directa. En aproximadamente diez días, comenzarán a brotar los primeros brotes de tu árbol de mango.
Conclusión Cultivar mangos en casa es más que una actividad agrícola; es una oportunidad para crear un oasis tropical en tu hogar. Con paciencia y cuidado, podrás disfrutar de la belleza y los frutos de tu propio árbol de mango. ¿Por qué no convertir un rincón de tu hogar en un pedacito de paraíso tropical? ¡Anímate a cultivar tus propios mangos y embellecer tu espacio con un toque exótico y delicioso!