Las calas, también conocidas como Alcatraz o Cartuchos, despliegan una elegancia única que las convierte en una elección codiciada tanto para ramos en ocasiones especiales como para embellecer jardines domésticos. Originarias de África, estas flores, aunque se encuentran en climas tropicales, han logrado conquistar corazones en todo el mundo con su amplia gama de colores, que va desde el blanco puro hasta tonos profundos como el burdeos intenso. Además, con híbridos recientes exhibiendo colores espectaculares como el naranja brillante y el negro, su popularidad ha aumentado aún más.
Cultivo de Calas: Paso a Paso Cultivar calas es una tarea gratificante que comienza con la correcta selección de las plantas y la preparación adecuada del suelo. Estos son algunos datos básicos para comenzar:
- Nombre botánico: Zantedeschia aethiopica
- Nombre común: Cala, lirio de arum
- Tipo de planta: Rizoma
- Tamaño adulto: 60-90 cm de alto, 30-60 cm de ancho
- Exposición al sol: Pleno sol, sombra parcial
- Tipo de suelo: Húmedo pero bien drenado
- pH del suelo: Ácido
- Época de floración: Verano
- Color de las flores: Blanco, rosa, coral, granate, naranja, amarillo
- Zonas nativas: Sudáfrica, Suazilandia
La forma más sencilla de cultivar calas es a través de rizomas, dividiendo las plantas que han crecido en el exterior. Al hacerlo, se pueden formar macizos que, con el tiempo, pueden dividirse en unidades más pequeñas y plantarse en otro lugar del jardín o en macetas. Al trasplantar, es crucial manipular los rizomas con cuidado para evitar dañarlos, lo que asegurará un crecimiento saludable de las nuevas plantas.
Cuidados Esenciales para Calas Saludables Una vez establecidas, las calas requieren cuidados específicos para florecer en todo su esplendor:
- Luz: Prefieren ambientes cálidos con luz abundante. En climas calurosos, una ubicación con sombra parcial puede ser ideal, mientras que en climas más templados pueden tolerar la luz directa del sol.
- Suelo: Un suelo rico, húmedo y bien drenado es esencial. Evitar el encharcamiento es crucial para prevenir la putrefacción de las raíces.
- Riego: Es importante no excederse en el riego, especialmente al principio. Una vez establecidas, las calas necesitan humedad constante, pero el encharcamiento debe evitarse.
- Temperatura y humedad: Prefieren temperaturas cálidas entre 15 y 27 grados Celsius, junto con una buena humedad. En climas más fríos, desenterrar los rizomas antes de las heladas puede ser necesario.
- Fertilización: Alimentar las calas en el momento de la plantación y al inicio de la temporada de crecimiento con un fertilizante equilibrado es fundamental para una floración exuberante.
Plagas y Enfermedades: Cómo Proteger tus Calas Las calas pueden enfrentarse a diversos problemas, desde enfermedades fúngicas como la podredumbre blanda bacteriana hasta plagas como pulgones y babosas. Para prevenir estas amenazas, es crucial prestar atención al riego y asegurar una adecuada circulación de aire entre las plantas. El uso de jabón insecticida suave o aceite de neem puede ser efectivo para combatir estas plagas. Cultivar calas es una experiencia gratificante que recompensa con exquisitas flores y una belleza duradera en el jardín o en el hogar. Con los cuidados adecuados y un poco de atención, estas elegantes flores pueden florecer y deleitar durante toda la temporada.