Cómo sembrar, cultivar Loto (flor de loto) y sus cuidados

 El Nelumbo, más conocido como Loto o Flor de Loto, representa una de las plantas de estanque más populares y emblemáticas del mundo. Su belleza exquisita ha sido celebrada a lo largo de la historia, desde la antigüedad hasta nuestros días. En este artículo, exploraremos detalladamente cómo sembrar, cultivar y cuidar el loto, desentrañando sus secretos para que florezca en todo su esplendor. 

Sembrando la Semilla del Loto Para iniciar el proceso de cultivo del loto, es crucial escoger el momento adecuado, preferiblemente a finales de la primavera, cuando las temperaturas son cálidas y constantes. Las semillas, de un profundo color marrón oscuro, deben ser recolectadas en su total sequedad. Antes de sembrarlas, es necesario romper cuidadosamente la cáscara de la semilla sin dañar el núcleo. Al remojarlas en agua no clorada hasta que empiecen a hincharse y muestren brotes, indicará su preparación para la siembra, un proceso que puede durar aproximadamente cuatro semanas en condiciones óptimas. Las semillas deben ser plantadas en recipientes individuales de unos 10 centímetros de ancho, llenos de una mezcla de grava y arcilla, evitando el uso de tierra de jardín. El agua para estas plantas debe estar entre 21°C y 27°C y no sobrepasar los 5 cm de profundidad. 

Trasplante y Cuidados Esenciales Una vez que las plántulas han desarrollado cinco o seis hojas nuevas, se pueden trasplantar a su ubicación permanente, ya sea en un estanque o en una maceta adecuada. En el estanque, se pueden colocar directamente sobre el agua en zonas poco profundas, mientras que en macetas se debe usar una mezcla de grava y arcilla. Las plantas de loto son amantes del sol y necesitan al menos 6 horas de luz solar directa diaria para crecer saludablemente. En cuanto al suelo, se debe usar tierra específica para plantas acuáticas, evitando tierra de jardín y materia orgánica que pueda flotar en el agua. 

Cuidados Continuos En cuanto al riego, las plantas de loto no necesitan riego directo, pero es esencial mantener un equilibrio en la superficie del estanque, cubriendo aproximadamente el 65% de ella. También se debe vigilar la temperatura del agua para asegurar un crecimiento óptimo. La poda es mínima y se limita a eliminar hojas poco saludables y recortar las plantas al final de la temporada. En cuanto a plagas, se deben monitorear y controlar regularmente para evitar daños en las plantas. 

Conclusión Cultivar el loto es un proceso gratificante que requiere cuidado y atención, pero las recompensas son magníficas. Estas plantas, con su elegancia única y su profundo significado simbólico, pueden transformar cualquier estanque o jardín en un oasis de belleza natural. Al entender sus necesidades y seguir prácticas de cultivo adecuadas, cualquiera puede disfrutar de la exquisita presencia del loto en su entorno acuático.

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