El romero no solo es una hierba popular en la cocina por su sabor, sino que también puede ser una planta ornamental encantadora para tu hogar. Para que el romero prospere, es crucial entender sus necesidades básicas y cuidados:
1. Floración y Crecimiento Óptimo:
- El romero florece varias veces al año, especialmente en invierno.
- Necesita luz natural, pero no debe estar expuesto al sol directo durante largos períodos para evitar quemaduras en las hojas.
- Prefiere climas cálidos y templados; temperaturas bajo cero pueden dañarlo.
- Es resistente a la sequía pero no tolera granizo, heladas severas ni sol intenso.
- Puede ser cultivado tanto en interiores como exteriores, adaptándose a diferentes estaciones.
2. Riego y Drenaje:
- El riego debe ser periódico; durante los meses cálidos, casi diario.
- Es crucial utilizar macetas con buen drenaje para evitar la pudrición de raíces.
3. Poda y Mantenimiento:
- Poda las partes enfermas y conserva las saludables para mantener su vigor.
- Controla plagas como cochinillas y pulgones; si es necesario, considera la poda.
4. Trasplante y Adaptación:
- Trasplanta a principios de primavera para permitirle adaptarse y absorber nutrientes nuevos.
5. Ubicación Ideal:
- En climas fríos, mantenlo en el interior cerca de una ventana para recibir luz natural.
- Evita colocarlo cerca de radiadores o calentadores que puedan secarlo.
- En verano, colócalo en el balcón evitando la luz solar directa excesiva; unas horas diarias de luz natural son suficientes.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de un romero saludable y floreciente en tu hogar durante todo el año.